El 20 de noviembre de 2024, la misión Solar Orbiter, una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, lanzó cuatro espectaculares imágenes de alta resolución del Sol. Estas imágenes fueron obtenidas utilizando el Imager Polarimétrico y Heliocísimico (PHI) y el Imager de Ultravioleta Extremo (EUI), mostrando la superficie visible del Sol (fotosfera) con un detalle sin precedentes.
El instrumento PHI no solo captura imágenes en luz visible, sino que también mide la dirección del campo magnético y mapea la velocidad y dirección de varios movimientos de la superficie. Estas mediciones de la fotosfera pueden compararse directamente con una nueva imagen de la atmósfera externa del Sol (corona) obtenida por el EUI el mismo día, el 22 de marzo de 2023.
Daniel Müller, científico del proyecto Solar Orbiter, enfatizó la importancia de entender el campo magnético del Sol, afirmando: "Estas nuevas mapas de alta resolución del instrumento PHI revelan la belleza del campo magnético superficial del Sol y sus flujos en gran detalle. Son esenciales para deducir el campo magnético en la caliente corona del Sol, que nuestro instrumento EUI está reproduciendo."
La imagen detallada en luz visible de PHI revela la superficie del Sol como un plasma incandescente y en movimiento continuo, con temperaturas que oscilan entre 4500 y 6000 °C. Debajo de esta capa, el plasma caliente y denso se agita en la zona convectiva del Sol, similar al magma en el manto terrestre, resultando en una apariencia granulosa.
Notablemente, las manchas solares aparecen como parches oscuros en la superficie de lo contrario lisa, indicando regiones donde el campo magnético del Sol interrumpe la convección del plasma. Como resultado, las manchas solares son más frías y emiten menos luz que su entorno.
La segunda imagen ofrece un mapa magnético del Sol, la tercera muestra el movimiento de la superficie y la última imagen representa al Sol en luz ultravioleta. Estas imágenes se tomaron cuando el Solar Orbiter estaba a menos de 74 millones de kilómetros del Sol, y cada imagen de alta resolución cubría solo una pequeña porción del Sol, por lo que la nave espacial tuvo que inclinarse y rotar para capturar todo el disco solar, que luego se ensambló en un mosaico.