El 13 de enero se conmemora el "Día Mundial contra la Depresión", con el objetivo de sensibilizar sobre esta enfermedad mental que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Hablar sobre la depresión es importante para promover su tratamiento y prevención; la concientización es clave para brindar apoyo a quienes lo necesiten.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) resalta que una de cada cuatro personas enfrentará trastornos mentales, siendo la depresión una de las más comunes. Cada año, millones de personas tienen como una de las principales causas de discapacidad a la depresión. Es, además, una condición frecuentemente subestimada, subdiagnosticada y subtratada, lo que la convierte en un factor de riesgo significativo para el suicidio.
Los síntomas, que son diversos y en muchas ocasiones pasan desapercibidos, dificultan un diagnóstico oportuno y pueden llevar a un sufrimiento prolongado con graves consecuencias para la salud física y emocional de la persona. Entre las características más comunes de los trastornos depresivos se incluyen la tristeza persistente, la pérdida de motivación, la falta de interés o de placer en las actividades diarias, el aislamiento social, las alteraciones en los patrones de sueño, cambios en el apetito o el peso, dificultades para concentrarse, cansancio excesivo, sentimientos de culpabilidad injustificados, la falta de esperanza hacia el futuro y pensamientos relacionados con la muerte o el suicidio.
Ante la presencia de síntomas como los mencionados, es necesario buscar orientación y apoyo, tanto psicológico como médico. Los equipos de salud deben estar atentos e incorporar la detección de síntomas depresivos en su práctica clínica diaria.
La importancia de un diagnóstico a tiempo es crucial, ya que un trastorno depresivo no diagnosticado o mal tratado puede derivar en consecuencias graves, como la aparición de ideas suicidas o intentos de autoeliminación. Es fundamental entender que la depresión no es un signo de debilidad, sino un trastorno de salud mental con múltiples causas que incluyen factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Un enfoque integral que combine atención psicológica y médica junto con redes de apoyo social y familiar es fundamental para el tratamiento exitoso de esta enfermedad. La mayoría de las personas con depresión responden positivamente al tratamiento adecuado y mejoran significativamente su calidad de vida.
En 2024 se amplió el acceso a la psicoterapia con medidas para bonificar el acceso a antidepresivos, facilitando el abordaje y tratamiento de la depresión. Además, se publicaron guías clínicas, una de ellas centrada en el manejo de esta patología en el PNA, donde se ofrecen directrices específicas para los profesionales de la salud, con el fin de mejorar la detección temprana y el tratamiento adecuado de la depresión en ese nivel de atención. A través de estas orientaciones se busca estandarizar los procedimientos, optimizar el tratamiento y garantizar que los pacientes reciban atención oportuna y de alta calidad desde el primer contacto con el sistema de salud.
La depresión es un trastorno psicológico que provoca cambios profundos en la forma de pensar, sentir o en el comportamiento de la persona que la sufre. No es simplemente estar triste o de mal humor; es una condición seria que necesita tratamiento y apoyo.
La familia juega un papel fundamental en el desarrollo emocional y psicológico de los más pequeños, ya que es en este espacio donde adquieren herramientas clave para manejar sus emociones, desarrollan su autoestima y construyen sus relaciones saludables. Aunque no siempre podemos evitar que enfrenten situaciones difíciles, es esencial proporcionarles entornos seguros con comunicación, respeto y confianza. Debemos ofrecerles herramientas para afrontar dificultades y enseñarles a pedir ayuda cuando lo necesiten.
"Cómo te ha ido el día" busca ayudar a madres y padres a comprender las preocupaciones de sus hijos e hijas y proporcionar recursos prácticos para abordar la salud mental de manera respetuosa y positiva.