Una cumbre de líderes africanos en Tanzania el sábado ordenó a los jefes de ejército que se reúnan dentro de cinco días y "brinden dirección técnica para un cese al fuego inmediato e incondicional" en la República Democrática del Congo (RDC), donde el grupo armado M23 respaldado por Ruanda está avanzando.
La reunión, a la que asistieron los líderes de la Comunidad de África Oriental (EAC) y la Comunidad de Desarrollo del África Austral (SADC), también pidió la apertura de corredores humanitarios para evacuar a los muertos y heridos.
El M23, que ha tomado rápidamente territorio en el este de la RDC, rico en minerales, está, según los informes, acercándose a la ciudad de Kavumu en Kivu del Sur, donde se encuentra un aeropuerto crucial para el suministro de tropas congoleñas.
La cumbre se produce en medio de preocupaciones sobre una guerra regional, ya que varios países están apoyando militarmente a la RDC, incluidos Sudáfrica, Burundi y Malaui.
Las Naciones Unidas han informado que Ruanda tiene aproximadamente 4.000 soldados en la RDC y se ha beneficiado del contrabando de oro y coltán, un mineral vital para teléfonos y computadoras portátiles.
Ruanda acusa a la RDC de albergar a las FDLR, un grupo armado creado por hutus étnicos que masacraron a tutsis durante el genocidio de Ruanda de 1994.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, advirtió el viernes que "si no se hace nada, lo peor puede estar por venir para la gente del este de la RDC, pero también más allá de las fronteras del país".
Türk declaró que casi 3.000 personas han sido confirmadas muertas y 2.880 heridas desde que el M23 entró en Goma el 26 de enero, y que la cifra final probablemente sea mucho mayor. También mencionó que su equipo "está verificando actualmente múltiples denuncias de violación, violación en grupo y esclavitud sexual".