El 8 de octubre de 2024, Israel y Hezbolá intercambiaron intensos ataques transfronterizos, marcando una escalada significativa en las hostilidades. Este aumento de la violencia coincide con el aniversario de los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, que iniciaron una prolongada operación militar israelí en Gaza.
Hezbolá reclamó la responsabilidad de atacar varios asentamientos israelíes y la base militar de Glilot cerca de Tel Aviv. En respuesta, el ejército israelí informó haber atacado más de 70 objetivos de Hezbolá, incluidos cuarteles generales de inteligencia en Beirut y una instalación de producción de armas.
Este intercambio de fuego ilustra el conflicto que se profundiza en la región, generando preocupaciones sobre una guerra regional más amplia y la posibilidad de un aumento de las bajas civiles. La situación sigue siendo volátil, con ambas partes mostrando signos de no desescalar.
La comunidad internacional está monitoreando de cerca estos desarrollos, con temores de que el conflicto pueda desestabilizar aún más el Medio Oriente y complicar los esfuerzos humanitarios en Gaza.