Zambia está lidiando con su peor sequía en más de un siglo, lo que impacta significativamente su economía y plantea un desafío para el Ministro de Finanzas Situmbeko Musokotwane. El 27 de septiembre de 2024, Musokotwane presentará el presupuesto anual en Lusaka, que se espera aborde la necesidad urgente de recuperación económica tras un difícil proceso de reestructuración de deuda.
La sequía, que ha llevado a escasez crítica de agua, amenaza la producción agrícola y la seguridad alimentaria en el país, afectando a millones. A medida que Zambia continúa navegando su recuperación financiera, la respuesta del gobierno a esta crisis ambiental será fundamental para estabilizar la economía y apoyar a su población.
Las implicaciones de esta sequía se extienden más allá de Zambia, ya que plantea preocupaciones sobre el suministro de alimentos regional y la estabilidad económica en el sur de África. Los observadores internacionales están siguiendo de cerca la situación, dado su potencial para influir en el comercio y los esfuerzos humanitarios en la zona.