La planta nuclear de Zaporizhzhia en Ucrania ha sido objeto de nuevos ataques, lo que ha generado serias preocupaciones de seguridad, según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). El [insertar fecha], se produjo una explosión cerca de la instalación, supuestamente causada por un dron con explosivos, según expertos de la AIEA en el lugar.
El director general de la AIEA, Rafael Grossi, expresó su profunda preocupación por los peligros crecientes para la seguridad nuclear en el sitio, instando a todas las partes a ejercer moderación. La zona que rodea la planta ha sido escenario de intensos combates en las últimas semanas, y no hay señales de una disminución de las hostilidades a pesar de los llamados a la calma.
Rusia ha acusado a Ucrania de haber lanzado explosivos cerca de la planta ocupada, que ha estado bajo control ruso desde marzo de 2022. Grossi enfatizó que, aunque las plantas nucleares están diseñadas para soportar fallos técnicos y condiciones externas extremas, no están construidas para resistir ataques militares directos.
Además de la situación en Zaporizhzhia, la agencia nuclear estatal rusa Rosatom ha alertado a Grossi sobre el deterioro de las condiciones en la planta nuclear de Kursk en Rusia, citando alarmas aéreas diarias debido a la amenaza percibida de ataques ucranianos. Informes recientes indican que se han encontrado partes de misiles en los terrenos de la planta de Kursk.
Los combates continúan en otras áreas de guerra, con afirmaciones del ejército ruso de haber derribado cinco drones ucranianos sobre las regiones de Kursk, Belgorod y Rostov. Mientras tanto, las autoridades ucranianas informaron sobre nuevos bombardeos en la capital, Kyiv, con las defensas aéreas interceptando misiles entrantes, marcando el tercer ataque solo en agosto.