Los residentes de dos asentamientos en la región de Voronezh, Rusia, fueron evacuados el 28 de agosto después de que ataques con drones apuntaran a un depósito de municiones. El gobernador regional, Alexander Gusev, anunció que se había establecido un centro de alojamiento temporal y se habían desplegado autobuses para la evacuación.
Según Gusev, las fuerzas de defensa aérea detectaron y destruyeron un dron en el distrito de Rossoshansky. Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños significativos. Sin embargo, fragmentos del dron causaron un incendio cerca de materiales peligrosos, lo que llevó a la decisión de evacuar a los residentes.
El incendio fue extinguido por los servicios de emergencia locales, y la situación se ha estabilizado, permitiendo a los residentes regresar a sus hogares. Mientras tanto, informes locales indicaron que los drones también habían atacado otro depósito de municiones en la aldea de Malaya Mezhenka.
Anteriormente, el 24 de agosto, las fuerzas ucranianas atacaron un depósito de municiones en el distrito de Ostrogozhsky, resultando en lesiones a dos personas, una de las cuales fue hospitalizada en estado grave. Después de ese ataque, también se llevaron a cabo evacuaciones.
Además, surgieron informes de un ataque con drones a un depósito de petróleo en la región de Rostov, donde se produjo un incendio. El gobernador Vasily Golubev declaró que cuatro drones fueron derribados alrededor de las 3 AM, lo que provocó un incendio en una instalación de almacenamiento de combustible en el distrito de Kamensky, pero no se reportaron heridos.
Los aeropuertos rusos han comenzado a cancelar vuelos debido a la amenaza de ataques con drones. La Agencia Federal de Transporte Aéreo anunció restricciones temporales en los aeropuertos de Kazan y Nizhnekamsk, deteniendo tanto llegadas como salidas. Los vuelos con destino a Kazan fueron desviados a Samara, mientras que los vuelos con destino a Nizhnekamsk fueron enviados a aeropuertos en Izhevsk, Ufa y Samara.
Los recientes ataques con drones han generado preocupaciones de seguridad en varias regiones rusas, provocando una alerta elevada en los aeropuertos.