El 17 de agosto de 2023, un ataque con misiles rusos que involucró un misil Iskander-K tuvo como objetivo la ciudad de Sumy, en el noreste de Ucrania, resultando en heridas a dos civiles. La Fuerza Aérea de Ucrania informó que se interceptaron y destruyeron los 14 drones Shahed atacantes.
El misil impactó cerca de un edificio residencial, causando daños significativos, incluidos vidrios rotos y vehículos en llamas, como confirmó el jefe de la administración militar local, Oleksiy Drozdenko, a través de Telegram. Los servicios de emergencia lograron extinguir un incendio que consumió diez automóviles, mientras continúa la búsqueda de más víctimas.
En un contexto más amplio, el ejército ruso llevó a cabo una serie de ataques en la región de Sumy, con informes que indican 401 ataques en 15 áreas pobladas en un período de 24 horas. Estos asaltos involucraron artillería, sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple y varios tipos de drones, lo que provocó una mayor destrucción de la infraestructura civil.
Este incidente subraya la volatilidad continua en la región, con implicaciones para la seguridad internacional y preocupaciones humanitarias a medida que persiste el conflicto.