El Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA ha capturado impresionantes imágenes de gigantescas dunas de arena congeladas en el hemisferio norte de Marte, que anteriormente se pensaban eran frijoles comestibles. Tomadas en septiembre de 2022 y publicadas en diciembre de 2024, estas imágenes muestran las dunas cubiertas con una capa de escarcha de dióxido de carbono, lo que indica condiciones invernales en el planeta.
Normalmente, las dunas de arena en Marte migran debido al viento, pero la presencia de escarcha impide este movimiento hasta el deshielo de primavera. Estas observaciones son cruciales para los científicos que estudian el pasado del planeta, ya que proporcionan información sobre si existió agua líquida lo suficientemente tiempo en Marte como para soportar vida.
Aunque la escarcha está compuesta de dióxido de carbono, su comportamiento afecta la probabilidad de agua líquida histórica en Marte. La cantidad de dióxido de carbono varía según la inclinación axial de Marte, que ha cambiado significativamente a lo largo de millones de años, afectando las condiciones estacionales.
Durante períodos de mayor inclinación, el dióxido de carbono puede evaporarse lo suficiente como para crear una atmósfera más densa, lo que potencialmente permitiría que el agua líquida se mantenga estable durante períodos prolongados. Comprender la dinámica actual de la escarcha de dióxido de carbono permitirá a los científicos hacer predicciones más precisas sobre la historia climática de Marte.
Esta investigación también podría ayudar a identificar formaciones geológicas causadas por el dióxido de carbono, proporcionando más detalles sobre el clima cambiante del planeta. Si hubo momentos en que el agua líquida fue estable, aumenta la posibilidad de que la vida microbiana haya existido en Marte, posiblemente aún oculta bajo su superficie.