La situación en la Franja de Gaza en agosto de 2025 es de una gravedad extrema, con una crisis humanitaria que afecta de manera desproporcionada a la infancia. El pequeño Mohamed Zakariya Ayyoub al-Matouq, un bebé de 18 meses con un peso de apenas seis kilogramos, es un ejemplo desgarrador de la hambruna que asola la región. Las cifras de UNICEF son alarmantes: más de 320.000 niños menores de cinco años enfrentan riesgo de desnutrición aguda, y al menos 90 han fallecido por esta causa desde el 7 de octubre de 2023. La clasificación integrada de fases de seguridad alimentaria (IPC) ha calificado la inseguridad alimentaria en Gaza como un "escenario de hambruna en el peor de los casos". Un abrumador 81% de los hogares reporta días sin alimentos, y el 96% ha experimentado hambre en múltiples ocasiones recientemente. Entre abril y mediados de julio, más de 20.000 niños recibieron tratamiento por desnutrición, lo que subraya la magnitud del problema.
La IPC enfatiza que un cese de hostilidades es fundamental para garantizar un acceso humanitario sostenido y seguro. En este contexto, el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, se reunió con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con el objetivo de reavivar las conversaciones de alto el fuego y mejorar la situación humanitaria. Las discusiones se centran en acelerar la entrega de ayuda e inspeccionar las operaciones de ayuda alimentaria. El expresidente Trump ha declarado que Hamás debe rendirse y liberar a los rehenes, proponiendo un consenso entre EE. UU. e Israel para un acuerdo más amplio que incluiría la liberación de todos los rehenes, el desarme de Hamás y la desmilitarización de Gaza. Sin embargo, el bloqueo persistente sigue obstaculizando la entrada de suministros esenciales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que toda la población de Gaza enfrenta escasez prolongada de alimentos, con casi medio millón de personas en un estado catastrófico de hambre y inanición. El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha destacado que las personas ya están muriendo de inanición y enfermedades, a pesar de tener alimentos y medicinas cerca. La crisis humanitaria en Gaza exige urgentemente un alto el fuego integral y un acceso humanitario sin trabas para prevenir más pérdidas de vidas y aliviar el inmenso sufrimiento de sus residentes. La comunidad internacional observa con profunda preocupación cómo la falta de acceso a alimentos y atención médica adecuada está diezmando a la población, especialmente a los más vulnerables. La situación actual es un reflejo de la necesidad imperante de soluciones diplomáticas y humanitarias que prioricen la vida y el bienestar de los civiles.