Un avance científico monumental ha sido galardonado con el prestigioso Premio Breakthrough en Ciencias de la Vida, reconociendo la profunda conexión entre el virus Epstein-Barr (VEB) y el desarrollo de la esclerosis múltiple (EM). El Dr. Alberto Ascherio, de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, junto con el Dr. Stephen Hauser de la Universidad de California en San Francisco, fueron honrados en abril de 2025 por su trabajo pionero que ha transformado la comprensión de esta devastadora enfermedad neurodegenerativa.
La investigación, que analizó los registros de salud de más de 10 millones de jóvenes adultos en el ejército de los EE. UU. durante un período de 20 años, estableció una correlación contundente: las personas infectadas con el VEB tenían una probabilidad significativamente mayor de desarrollar EM. Específicamente, se observó que los individuos infectados con el VEB eran 32 veces más propensos a desarrollar EM en comparación con aquellos no infectados. Este hallazgo se vio respaldado por la medición de los niveles de la cadena ligera de neurofilamento, un biomarcador clave de la degeneración nerviosa, que se elevaron consistentemente después de la infección por VEB, pero no tras la infección por otros virus. Este descubrimiento representa un cambio de paradigma en la etiología de la EM, una enfermedad que afecta a aproximadamente 2.9 millones de personas en todo el mundo y que hasta ahora carecía de una causa definitiva claramente identificada. La investigación de Ascherio y sus colegas sugiere que la infección por VEB es un precursor necesario para la mayoría de los casos de EM, abriendo así nuevas vías para estrategias de prevención y tratamiento dirigidas al virus. El impacto de este avance es inmenso, ya que ofrece una esperanza tangible para millones de personas afectadas por la EM. La identificación del VEB como un factor de riesgo principal abre la puerta al desarrollo de vacunas contra el virus y terapias antivirales específicas, con el potencial de prevenir la enfermedad o, en última instancia, de encontrar una cura. La comunidad científica reconoce la magnitud de este logro, que subraya la importancia de la investigación impulsada por la curiosidad para abordar los desafíos de salud más apremiantes de la humanidad. Además de la conexión VEB-EM, la investigación también ha puesto de relieve otros factores que pueden influir en el riesgo de desarrollar EM, como la deficiencia de vitamina D, el tabaquismo y la obesidad infantil. Estos hallazgos adicionales enriquecen nuestra comprensión de la compleja naturaleza de la EM y refuerzan la necesidad de un enfoque multifacético para su prevención y manejo.