El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha reiterado sus llamados al apoyo occidental para atacar aeródromos militares rusos en lo profundo de Rusia, citando la necesidad de contrarrestar los ataques aéreos rusos en las ciudades ucranianas.
Tras los recientes ataques, Zelensky enfatizó que la única manera de detener los bombardeos rusos es atacar su infraestructura militar. Declaró que una delegación ucraniana está negociando con funcionarios estadounidenses sobre armamento de largo alcance, proporcionando una lista de posibles objetivos para estos ataques.
En Járkov, se reportaron seis muertos y 99 heridos debido a un ataque aéreo ruso en un edificio residencial. Zelensky instó a las naciones occidentales, incluidos EE. UU., Reino Unido, Francia y Alemania, a permitir que Ucrania proteja eficazmente a sus ciudadanos.
Las fuerzas ucranianas están actualmente involucradas en intensas batallas a lo largo de las líneas del frente, particularmente cerca de Pokrovsk en la región de Donbás, donde las unidades rusas han lanzado varios ataques apoyados por artillería. Se informa que las defensas ucranianas han repelido estos asaltos.
Mientras tanto, se han reportado fuertes bombardeos de artillería rusos en la región de Sumy, afectando al menos a 15 asentamientos. La región es crucial para las líneas de suministro que apoyan a las tropas ucranianas que operan en la región de Kursk.
En la región de Kursk, las fuerzas ucranianas afirman haber capturado alrededor de 100 asentamientos, incluida la ciudad de Sudzha, que ahora es un centro de comando para sus operaciones. Las autoridades rusas han reportado bajas y evacuaciones significativas debido al conflicto.
La situación sigue siendo crítica, con ambos lados preparándose para continuar las hostilidades mientras los esfuerzos diplomáticos por un alto el fuego parecen estancados.