El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky busca presión internacional sobre Rusia para poner fin a la guerra en términos aceptables para Kyiv. Su objetivo es concluir el conflicto este otoño, enfatizando la necesidad de una hoja de ruta unilateral hacia la paz que dependa de los socios de Ucrania y no de la disposición rusa.
Mientras tanto, la campaña de movilización en Ucrania se está intensificando para reponer fuerzas agotadas en las líneas del frente. El veterano Gleb Strizhko, quien sobrevivió a la cautividad tras defender Mariúpol, destacó la importancia de la preparación individual entre los ciudadanos mientras el país enfrenta amenazas continuas.
La situación sigue siendo tensa en el campo de batalla, particularmente en la dirección de Pokrovsk, donde las fuerzas ucranianas están comprometidas en combates continuos. A pesar de las pesadas pérdidas, las tropas rusas persisten en sus asaltos, confiando principalmente en la infantería sin un apoyo técnico adecuado.
Los funcionarios militares ucranianos informan que, aunque han logrado detener los avances enemigos, el conflicto sigue siendo fluido, con escaramuzas diarias y altas tasas de bajas en ambos lados. El liderazgo militar ucraniano enfatiza la necesidad de una comunicación clara y apoyo para mantener la moral y la efectividad.
A medida que Kyiv se prepara para una segunda cumbre de paz, el potencial para negociaciones sigue siendo incierto, con funcionarios rusos rechazando las conversaciones mientras las fuerzas ucranianas continúan sus operaciones defensivas.