Recientes excavaciones en la antigua ciudad de Hadrianópolis, un asentamiento utilizado durante los períodos calcolítico, romano y bizantino temprano, han desenterrado un filtro de bronce, arrojando luz sobre los hábitos de consumo de los habitantes. El filtro, descubierto por un equipo dirigido por el profesor asociado Dr. Ersin Çelikbaş del Departamento de Arqueología de la Universidad Técnica del Mar Negro, se usaba para separar la pulpa de las bebidas, lo que sugiere el consumo de bebidas a base de frutas en la ciudad.
El filtro, encontrado en un área designada como SDJ-3, se estima que tiene alrededor de 1.500 años de antigüedad. Según Çelikbaş, el filtro se conectaba a una pajita, de aproximadamente un metro de largo. La gente usaba esta pajita para beber de un recipiente mientras socializaba. El filtro estaba diseñado para ser reutilizable, con un anillo de transporte para facilitar su transporte. El descubrimiento del filtro proporciona información valiosa sobre la vida cotidiana de los habitantes de Hadrianópolis, revelando su enfoque sofisticado del consumo de bebidas.
El equipo arqueológico ha determinado que Hadrianópolis era un centro de actividad agrícola durante el siglo V d.C. La evidencia sugiere el cultivo de frutas como peras, manzanas, granadas y uvas, así como granos como la cebada y el trigo. El descubrimiento del filtro de bronce confirma que estos productos agrícolas se utilizaban para crear bebidas que eran disfrutadas por los residentes de la ciudad.
El descubrimiento del filtro destaca la ingeniosidad de los antiguos en el desarrollo de soluciones prácticas para las necesidades cotidianas. También subraya la importancia de la investigación arqueológica para descubrir aspectos ocultos de las civilizaciones pasadas y sus prácticas culturales.