Los arqueólogos han hecho un descubrimiento notable en las ruinas de Pompeya: un complejo termal lujoso que data de hace más de 2.000 años. Este hallazgo ofrece una visión del estilo de vida lujoso y la ingeniería avanzada de los antiguos romanos.
El spa opulento, ubicado en una villa en Regio IX, cuenta con sistemas de calefacción sorprendentemente bien conservados, que muestran la ingeniosidad de los romanos para mantener temperaturas de baño confortables incluso en los meses más fríos. Este descubrimiento ha sido aclamado como uno de los más importantes de las últimas décadas.
El complejo de baños, con capacidad para albergar hasta 30 personas, contaba con áreas separadas para agua caliente (caldarium), templada (tepidarium) y fría (frigidarium). El frigidarium, con su impresionante patio porticado y piscina central, evoca los espacios recreativos de los antiguos gimnasios griegos. Los frescos y mosaicos que adornan las paredes, que representan escenas mitológicas como la Guerra de Troya, sugieren que este espacio no solo servía a un propósito funcional, sino también como un lugar donde el arte y la cultura se combinaban para impresionar a los invitados.
La disposición de las habitaciones revela el avanzado conocimiento de ingeniería de los romanos, con sistemas de calefacción subterráneos (hipocaustos) y conductos diseñados para mantener temperaturas ideales en cada habitación. El complejo de baños estaba directamente conectado a un salón de banquetes decorado con frescos inspirados en la mitología griega, lo que indica que el propietario utilizaba estos espacios para mostrar su riqueza, educación y poder.
La villa en sí no era simplemente una residencia privada, sino también un lugar para buscar favores, promover campañas electorales o cerrar acuerdos comerciales. Las excavaciones también han descubierto los esqueletos de una mujer de entre 35 y 50 años, adornada con joyas y monedas, y un hombre más joven, de entre 13 y 25 años, probablemente un esclavo, lo que sugiere que buscaron refugio durante la erupción.
Los esqueletos fueron encontrados en una pequeña habitación sin decoración, junto a objetos como jarras de bronce y cerámica. El hombre fue encontrado con llaves, mientras que la mujer tenía monedas de oro y plata, así como joyas. "Cuando encontramos este tipo de objetos, la distancia entre la antigüedad y la modernidad desaparece", dijo el arqueólogo Alessandro Russo. Agregó que pueden "tocar un pequeño trozo de la vida de estas personas que murieron en la erupción".
Las excavaciones en la zona también han revelado una panadería, una lavandería y restos humanos que proporcionan información sobre las condiciones de vida tanto de los ricos como de los pobres en Pompeya. "Lo más llamativo de estas excavaciones es ese marcado contraste entre la vida de los esclavos y la de los muy, muy ricos", señaló la Dra. Sophie Hay.
Las paredes de la villa también revelaron dibujos de carbón realizados por niños, que representan gladiadores en combate, una actividad popular en la época, lo que añade una dimensión más humana al descubrimiento.