Un estudio reciente de la Universidad de Sussex encontró que leer durante solo seis minutos antes de acostarse puede reducir los niveles de estrés en un 68%. Este efecto calmante se atribuye al acto de desconectar de las preocupaciones del día e inmergirse en una historia.
Leer en formato físico, en lugar de en un dispositivo digital, también es beneficioso. La ausencia de luz de pantalla promueve la producción de melatonina, que regula el sueño. Además, los libros físicos eliminan las distracciones de las notificaciones y alertas, permitiendo una inmersión más profunda en la lectura.
Más allá de la reducción del estrés, leer antes de dormir ofrece una gama de beneficios para la salud mental. Puede mejorar la concentración, la creatividad e incluso servir como terapia complementaria para la ansiedad y la depresión. Al proporcionar una sensación de escape y conexión consigo mismo, la lectura puede fomentar una sensación de bienestar y resistencia mental.
Además, la investigación sugiere que leer puede ayudar a prevenir el declive cognitivo asociado con condiciones como la enfermedad de Alzheimer. Participar en la lectura ayuda a mantener la actividad cognitiva y puede retrasar la aparición de deterioro cognitivo.
En un mundo saturado de estímulos digitales, la lectura proporciona una herramienta simple pero poderosa para promover la relajación, la reducción del estrés y el bienestar mental general. Al hacer de la lectura una parte regular de su rutina de la hora de acostarse, puede cosechar los numerosos beneficios que ofrece para su mente y cuerpo.