Un nuevo estudio revela que muchas personas tienen dificultades para relajarse realmente en vacaciones, experimentando lo que se conoce como 'estrés vacacional' o 'depresión de la tumbona'. Este fenómeno, caracterizado por la ansiedad persistente y la dificultad para desconectar del trabajo, puede afectar negativamente al bienestar mental y físico.
La Dra. Ingrid Brunke, psiquiatra del Instituto de Neurociencias del Hospital Alemán, explica que el estrés crónico puede provocar desequilibrios en los neurotransmisores, aumentando el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, así como de ansiedad y depresión.
Silvia Sumell Canalda, psicóloga y profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), destaca los síntomas cognitivos, emocionales, físicos y conductuales del estrés vacacional. Estos incluyen dificultades para concentrarse, trastornos del sueño, fatiga e incluso depresión.
Los expertos recomiendan aprovechar la tecnología para ayudar a desconectar. Por ejemplo, utilizar el modo vacaciones en WhatsApp puede silenciar las conversaciones relacionadas con el trabajo y minimizar las interrupciones.
La Dra. Brunke enfatiza la importancia del descanso profundo en los primeros días de vacaciones, permitiendo que la mente y el cuerpo se reinicien. Los días siguientes pueden llenarse de actividades planificadas, pero con tiempo suficiente para la relajación y la participación en actividades que estimulen tanto el cuerpo como la mente, como los juegos de grupo, la lectura o el ejercicio físico.