DeepSeek, una startup china, ha creado un potente chatbot de IA, R1, que rivaliza con las creaciones de Google y OpenAI, afirmando haberlo desarrollado por una fracción del costo. Esto ha provocado un debate sobre las afirmaciones de DeepSeek y la eficacia de las sanciones de Estados Unidos sobre el sector de la IA de China.
DeepSeek afirma haber entrenado a R1 utilizando 2.000 GPU Nvidia H800 y haber gastado 5,6 millones de dólares, mientras que GPT-4 de OpenAI costó más de 100 millones de dólares para entrenar.
Algunos expertos, incluidos Palmer Luckey y Alexandr Wang, dudan de las afirmaciones de DeepSeek, sugiriendo que tuvieron acceso a chips más avanzados y financiación.
El fundador de DeepSeek, Liang Wenfeng, ha defendido las afirmaciones de la empresa, declarando que han estado "haciendo las cosas a su propio ritmo" y priorizando la rentabilidad.
El debate pone de manifiesto la competencia en curso entre Estados Unidos y China en el desarrollo de la IA y la eficacia de las sanciones para frenar el progreso de China.