La nave Starliner de Boeing aterrizó con éxito en el puerto espacial de White Sands en Nuevo México el 7 de septiembre de 2024, tras un viaje de seis horas desde la Estación Espacial Internacional (ISS). La cápsula, que estaba desocupada debido a problemas técnicos, marcó la conclusión de un vuelo de prueba complicado que comenzó con un lanzamiento tripulado el 5 de junio de 2024.
Inicialmente previsto para una estancia de ocho días en la ISS, el Starliner sufrió un retraso de tres meses debido a fallos en los propulsores y fugas de helio. Los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Sunita Williams permanecen en la ISS y están programados para regresar a bordo de una cápsula Dragon de SpaceX en febrero de 2025.
La misión tenía como objetivo certificar el Starliner para futuros vuelos tripulados como parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA. A pesar de los desafíos, los funcionarios de la NASA expresaron su continuo apoyo a Boeing, enfatizando la necesidad de múltiples opciones de transporte de tripulación para operaciones seguras en la ISS.
Durante su regreso, dos de los motores del Starliner se sobrecalentaron, pero la cápsula aterrizó con éxito. Los ingenieros se centrarán en resolver el problema de la fuga de helio y los problemas de los motores mientras se preparan para futuras misiones.