La Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos (BFAR) de Filipinas ha impuesto una prohibición de pesca de tres meses sobre sardinas, macarelas y arenques, que será efectiva desde el 15 de noviembre de 2024 hasta el 15 de febrero de 2025. Esta iniciativa tiene como objetivo reponer las disminuidas poblaciones de peces en el Mar de Visayas, una área ecológica crucial. La prohibición, que se encuentra en su undécimo año, está diseñada para proteger especies clave de peces durante su periodo máximo de desove y promover la conservación marina y la biodiversidad.
Junto con la prohibición, se ha establecido una fuerza de tarea inter-agencial para combatir las actividades de pesca ilegal, asegurando la protección de los recursos marinos. La iniciativa es un paso vital hacia la mejora de la seguridad alimentaria y la provisión de medios de vida sostenibles para los pescadores locales.
Mientras tanto, en Colombia, los esfuerzos para combatir la deforestación están ganando impulso. El país ha visto una reducción significativa en las tasas de deforestación en su bioma amazónico, lo que resultó en la prevención de casi siete millones de toneladas de emisiones de CO2 entre 2015 y 2016. Este progreso permitió a Colombia asegurar financiamiento para el proyecto Visión Amazonia, que tiene como objetivo promover la gestión sostenible de la tierra y prácticas de conservación.
Las comunidades locales, como las de Mapiripán, están involucradas activamente en estos esfuerzos, haciendo la transición de prácticas agrícolas no sostenibles a sistemas agroforestales. Este cambio no solo ayuda a preservar el bosque, sino que también mejora los medios de vida de las personas al aumentar su comprensión de las prácticas sostenibles.
A medida que estas dos naciones implementan estrategias de conservación significativas, destacan la importancia de la participación comunitaria y la educación en la solución de los desafíos ambientales y en la promoción de un futuro sostenible.