En 2024, la Tierra probablemente romperá récords como el año más caliente jamás registrado, superando los 1.5 grados Celsius de calentamiento por encima de los promedios preindustriales por primera vez, según la agencia climática europea Copernicus. Carlo Buontempo, director de Copernicus, expresó su preocupación por la naturaleza implacable de este calentamiento, atribuyendo la larga secuencia de temperaturas récord al aumento continuo de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Factores como El Niño, las erupciones volcánicas y las variaciones en la energía solar contribuyen a estos años excepcionalmente cálidos. Sin embargo, los científicos advierten que el aumento a largo plazo de las temperaturas representa una amenaza significativa para el clima. La próxima conferencia climática COP29 en Azerbaiyán tiene como objetivo abordar estos problemas y explorar el financiamiento para una transición a fuentes de energía más limpias.
En Brasil, la frecuencia de las olas de calor ha aumentado drásticamente, con el número de días cálidos pasando de un promedio de siete por año entre 1961 y 1990 a alrededor de 52 días entre 2011 y 2020. Esta tendencia de calentamiento agrava las sequías en el Nordeste y la Amazonía, mientras que provoca lluvias intensas e inundaciones en el Sur y el Sudeste.
El informe destaca que para 2050, un aumento de 2 grados Celsius podría resultar en pérdidas catastróficas de cobertura forestal en la Amazonía, afectando el acceso al agua y la seguridad alimentaria para millones. Se enfatiza la necesidad urgente de que Brasil detenga la deforestación y adopte prácticas agrícolas sostenibles para mitigar los impactos del cambio climático.
Para combatir estos desafíos, el informe pide un esfuerzo concertado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la eficiencia energética e invertir en fuentes de energía renovables. Además, mejorar el transporte público y la infraestructura verde en áreas urbanas es vital para construir resiliencia ante los impactos climáticos.
A medida que las temperaturas globales continúan aumentando, el informe enfatiza que se requieren acciones inmediatas y ambiciosas para un futuro sostenible tanto para Brasil como para el planeta.