Los funcionarios de pesca en los Grandes Lagos han informado sobre un preocupante resurgimiento de las lampreas, una especie invasora que representa una amenaza significativa para las pesquerías comerciales de la región. Este aumento inesperado se atribuye a las interrupciones en las medidas de control de lampreas durante la pandemia de COVID-19.
La lamprea, nativa del Atlántico Norte, infiltró los Grandes Lagos a través del Canal Welland a finales del siglo XIX. Con hembras capaces de producir hasta 100,000 huevos al año y sin depredadores naturales en los lagos, las poblaciones de lampreas explotaron, lo que llevó a una disminución catastrófica de la trucha de lago, que cayó un 98 % entre las décadas de 1920 y 1960.
En respuesta, se estableció la Comisión de Pesca de los Grandes Lagos para combatir esta especie invasora mediante medidas de control específicas. Estos esfuerzos lograron reducir las poblaciones de lampreas en más del 90 % hasta que la pandemia interrumpió las operaciones en 2020-2021, permitiendo que las poblaciones de lampreas volvieran a aumentar.
A partir de 2024, los números de lampreas han superado los niveles objetivo en todos los lagos, lo que llevó a los funcionarios a enfatizar la necesidad de una gestión continua para proteger las pesquerías de un mayor declive.