En la normalmente idílica laguna de Orbetello, un desastre ecológico se desató a finales de julio, sumergiendo a la región en una profunda crisis. Una vez celebrada como un paraíso para nadar y la 'Joya de la Toscana', se transformó en un fétido cementerio de peces en cuestión de días debido a las alarmantes temperaturas del agua.
Este año, el mar Adriático alcanzó un impactante 35 grados Celsius en la bahía de Orbetello, dejando a la vida acuática sin ninguna posibilidad de supervivencia. Miles de peces lucharon por oxígeno, terminando por asfixiarse y flotar a la superficie. Se tuvieron que desechar más de 200 toneladas de peces muertos, esparciendo un olor nauseabundo por millas, ahuyentando a los turistas y devastando la economía local.
Sin embargo, la mortandad de peces catastrófica se atribuye a más que solo el calor récord. La laguna de Orbetello es un sistema casi cerrado, donde el mal intercambio de agua y las floraciones de algas han reducido drásticamente los niveles de oxígeno. Además, los desechos de la acuicultura y las aguas residuales municipales han agravado la situación. Stella Traupe, portavoz del colectivo ciudadano 'Collettivo Kairós', enfatiza: 'Debemos finalmente entender la laguna por lo que es: un ecosistema delicado que necesita nuestra atención.'
Este desastre no solo impacta fuertemente a los pescadores, que enfrentan pérdidas millonarias, sino que también amenaza al sector turístico, que teme por los visitantes de agosto. Los propietarios de restaurantes se lamentan: '¿Quién quiere disfrutar de una copa de vino en la playa con este hedor?' El gobierno en Roma ya ha sido solicitado para obtener ayuda, y se está considerando un estado de emergencia.
La crisis en Orbetello sirve como un aviso de lo que muchos expertos llaman la 'tropicalización' del Mediterráneo. Las temperaturas que recuerdan a las del Caribe están empujando a las poblaciones de peces hacia aguas más frías, mientras que las especies de peces tropicales, a menudo sin valor en el mercado y potencialmente dañinas, se están expandiendo. El Secretario General de la ONU, António Guterres, advierte: 'El Mediterráneo es la línea de frente del cambio climático. Debemos ganar esta carrera contra la emergencia oceánica.'
El futuro de la laguna y de toda la región ahora depende de cuán rápido y efectivamente se actúe. Queda por ver si las medidas serán suficientes para salvar la 'Joya de la Toscana' de un declive irreversible o si la laguna de Orbetello permanecerá para siempre como un ejemplo de advertencia de las devastadoras consecuencias del cambio climático.