A medida que los ríos de la Tierra se calientan, los salmones enfrentan desafíos significativos en sus ciclos migratorios. Informes recientes indican que las temperaturas de los ríos están aumentando, lo que obliga a estos peces a luchar en hábitats degradados o a moverse hacia aguas más frescas.
Las prácticas de pesca tradicionales de los nativos de Alaska están surgiendo como una solución vital para proteger las poblaciones de salmones. Estos métodos no solo ayudan a sostener a los peces, sino que también preservan el patrimonio cultural de las tribus costeras, que han dependido del salmón durante miles de años.
La interconexión de los impactos del cambio climático en ríos y océanos resalta la necesidad urgente de medidas de protección para ambos ecosistemas y las comunidades que dependen de ellos.