En una revelación significativa, Nadine Ahn, la ex CFO de la mayor banco de Canadá, RBC, ha negado públicamente las acusaciones de una relación romántica con Ken Mason, un ex ejecutivo del departamento de tesorería del banco. Esta negación se produce en medio de una demanda por despido injustificado tras su despido, que fue provocado por una queja anónima de un denunciante.
Ahn afirma que su relación con Mason era estrictamente platónica, caracterizada como una amistad. Sin embargo, RBC afirma poseer más de una década de comunicaciones que sugieren una conexión más íntima, incluyendo el uso de nombres cariñosos e intercambios románticos. El equipo legal de Ahn argumenta que las conclusiones de RBC se basan en conjeturas y que las amistades en el lugar de trabajo no están en contra de la política de la empresa.
RBC ha declarado que tenía la responsabilidad de divulgar el despido de Ahn debido a su posición como oficial ejecutivo nombrado. La investigación de la banca, llevada a cabo por asesores legales externos, concluyó que las acusaciones contra Ahn estaban fundamentadas, lo que llevó a su despido.
El abogado de Ahn sostiene que Mason ganó sus promociones de manera independiente y que sus interacciones estaban dentro de las normas de la cultura laboral, donde socializar fuera del trabajo es común entre los ejecutivos. Ahn también niega cualquier conducta indebida relacionada con el intercambio de información confidencial y afirma que sus acciones con respecto a las relaciones entre empleados eran consistentes con las políticas del banco.
Este caso destaca las complejidades de las relaciones laborales y plantea preguntas sobre los límites de la conducta profesional en entornos corporativos.