El dólar estadounidense continúa su trayectoria ascendente, subiendo de un índice del dólar de 100.2 a 103.25 en las últimas dos semanas. Este aumento se debe principalmente a los sólidos datos económicos de EE. UU. y las expectativas de recortes de tasas de interés más lentos por parte de la Reserva Federal, en contraste con un euro debilitado ante las reducciones de tasas anticipadas por el Banco Central Europeo (BCE).
A principios de octubre, el euro ha caído significativamente frente al dólar, pasando de 1.12 a 1.0893. Se espera que el BCE reduzca su tasa de depósito del 3.5% al 3.25% el jueves, lo que disminuirá aún más el valor del euro. El sólido desempeño del mercado laboral estadounidense ha llevado a especulaciones de que la Fed podría no recortar tasas tan agresivamente como se pensaba, manteniendo la tasa de fondos federales entre el 4.75% y el 5.00%.
Los factores políticos también están impactando los mercados de divisas, con expectativas crecientes de un posible regreso de Donald Trump como presidente de EE. UU. Sus políticas comerciales propuestas, que incluyen aranceles significativos sobre las importaciones, se están incorporando en las valoraciones del mercado, fortaleciendo aún más el dólar.
En contraste, el peso mexicano se ha depreciado hasta un 1.7% frente al dólar debido a tensiones geopolíticas y la retórica comercial de Trump. Los analistas prevén una volatilidad continua en los valores de las divisas a medida que se desarrollen estos acontecimientos.