Un nuevo estudio de Sharon Shen de la Oregon State University revela que las personas alegres muestran una mayor resiliencia y felicidad, especialmente durante tiempos desafiantes como la pandemia de COVID-19. La investigación, publicada en la revista "Scientias.nl", sugiere que la alegría de vivir es un rasgo crucial pero a menudo pasado por alto que contribuye al bienestar mental.
Shen y sus colegas dividieron a 500 adultos en dos grupos según sus niveles de alegría de vivir, medidos mediante una prueba de personalidad. Si bien las personas alegres no se dedicaron a actividades significativamente diferentes en comparación con sus contrapartes menos alegres, informaron haber experimentado esas actividades de manera más positiva.
El estudio destaca que las personas alegres demuestran resiliencia a través de ajustes conductuales proactivos, en lugar de depender únicamente del pensamiento optimista. Son realistas con respecto a los desafíos, pero encuentran formas de adaptarse y mantener una sensación de control. Esta combinación de evaluación realista y adaptación activa, según Shen, refleja una verdadera resiliencia.
La investigación también sugiere que la alegría de vivir es un rasgo que se puede desarrollar. Shen alienta una crianza alegre, ya que puede reducir los conflictos entre padres e hijos y fortalecer los lazos familiares, factores que contribuyen a la resiliencia a largo plazo en los niños. Ella enfatiza que todos tienen el potencial de la alegría de vivir y alienta a las personas a explorar sus propias formas únicas de expresarla.