El acceso de los jóvenes a la pornografía ha alcanzado niveles alarmantes. Mientras el gobierno busca bloquear el acceso de los menores a estos sitios, un estudio de Arcom y Médiamétrie, publicado el 24 de mayo, revela que casi uno de cada diez menores ve este tipo de contenido a diario. ¿El problema? A una edad en la que su cerebro aún se está desarrollando, esta exposición puede llevar a problemas de comportamiento. La psicóloga clínica Maria Hernández-Mora lo explica.
La pornografía moldea los deseos adolescentes, lo que lleva a comportamientos preocupantes como tocamientos sexuales en baños escolares, visualización de videos explícitos durante el recreo y normalización del sexting. Los directores de escuelas están cada vez más alarmados por la conducta sexualizada de sus alumnos, lo que indica que la pornografía se ha convertido en un problema significativo de salud pública.
El Senado abordó este asunto en septiembre de 2022, publicando un informe preocupante titulado “Pornografía: el infierno detrás de las escenas”. Este documento destaca un “consumo masivo, normalizado y tóxico de pornografía entre los adolescentes”. Las estadísticas son impactantes: la mayoría de los menores de 15 años están expuestos a dicho contenido.
Un estudio de 2023 encargado por Arcom precisa que 2,3 millones de menores visitan sitios pornográficos cada mes. En términos sencillos, el porcentaje de menores expuestos ha aumentado en nueve puntos en cinco años, pasando del 19 % a finales de 2017 al 28 % a finales de 2022. Como resultado, después de una larga lucha, las principales plataformas pornográficas ahora están obligadas, desde el 11 de enero, a verificar la edad de sus usuarios o enfrentar el bloqueo por incumplimiento.