El gobierno iraní ha rechazado firmemente los llamados de Francia, Alemania y el Reino Unido para evitar una escalada de tensiones con Israel, calificando tales solicitudes de "ilógicas políticamente" y en contradicción con los principios del derecho internacional.
Esta declaración se produce tras una nota conjunta de las tres naciones europeas instando a Teherán y sus aliados a no llevar a cabo ataques contra Israel después del asesinato de Ismail Haniyeh, el líder político de Hamas, ocurrido en Teherán el mes pasado. Irán y Hezbollah, el grupo chiíta libanés, responsabilizan a Israel por el asesinato.
Nasser Kanaani, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, criticó la declaración europea, afirmando que los tres países parecen ignorar los crímenes cometidos por Israel, mientras piden a Irán que se abstenga de responder a lo que se describe como una violación de la soberanía y la integridad territorial iraniana.
Las palabras de Kanaani reflejan el continuo rechazo de Teherán a aceptar las presiones internacionales, reforzando su posición desafiante frente a las potencias occidentales y a Israel en un momento de crecientes tensiones en la región.