La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) suspendió operaciones por 90 días, pausando la mayor parte del trabajo de ayuda internacional. Esta acción, iniciada por la administración Trump, ha generado preocupación internacional debido a su potencial para desestabilizar regiones vulnerables y detener el progreso en el desarrollo económico, la salud y los derechos humanos. USAID, desde 1961, ha operado en aproximadamente 130 países, proporcionando alivio y apoyando el avance económico. Un cierre podría resultar en una reducción anual de US$40 mil millones en ayuda internacional, afectando la seguridad alimentaria, el socorro en casos de desastre y las intervenciones de salud en países como Yemen, Sudán del Sur y Siria. Programas que abordan el VIH/SIDA, las vacunas y la atención materna podrían enfrentar recortes. La UE, a través de su Iniciativa Global Gateway, y China, a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, podrían llenar el vacío. Los bancos de desarrollo y el sector privado también podrían aumentar la financiación. La situación refleja cambios en la política global y pone a prueba la cooperación internacional.
Suspensión de USAID: Sistema de Ayuda Global Enfrenta Incertidumbre por Pausa de Fondos de EE.UU.
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