En julio de 2025, China experimentó un notable aumento en sus exportaciones de productos petroleros refinados, alcanzando el nivel más alto en 13 meses. Paralelamente, las importaciones de gas natural licuado (GNL) del país registraron una disminución interanual, reflejando una dinámica cambiante en el comercio energético de la nación.
Las exportaciones totales de productos petroleros refinados de China, que incluyen diésel, gasolina, combustible de aviación y combustible marino, ascendieron a 5,34 millones de toneladas en julio de 2025. Esto representa un incremento del 7,1% en comparación con el mismo mes del año anterior y marca el total mensual más alto desde junio de 2024. El diésel fue un contribuyente clave a este crecimiento, con exportaciones que aumentaron un 53,2% interanual hasta 820.000 toneladas, el nivel más alto desde septiembre de 2024, aunque las exportaciones acumuladas en lo que va de año disminuyeron un 37,7%. Las exportaciones de gasolina también mostraron una tendencia al alza, aumentando un 18,6% hasta 930.000 toneladas, si bien las exportaciones acumuladas en lo que va de año cayeron un 15,6%. El combustible de aviación experimentó un aumento del 10,9% hasta 1,97 millones de toneladas, el nivel más alto desde marzo de 2025, con un crecimiento interanual acumulado del 4,3%.
En contraste, las importaciones de GNL de China cayeron un 6,7% interanual en julio, totalizando 5,44 millones de toneladas. A pesar de ser el nivel más alto desde enero de 2025, esta disminución es inusual y se desvía de las expectativas previas de máximos históricos. Los analistas atribuyen esta caída a una serie de factores, incluida una demanda industrial más débil, una mayor producción nacional de gas y una mayor disponibilidad de gas natural por tubería. Las condiciones meteorológicas más suaves también han contribuido a la menor necesidad de GNL.
Este cambio en las tendencias energéticas de China se produce en un contexto de políticas comerciales internacionales y presiones económicas. Las tensiones comerciales y los aranceles impuestos por Estados Unidos han afectado las relaciones comerciales de energía, lo que ha llevado a China a buscar proveedores alternativos y a fortalecer sus lazos energéticos con Rusia y los países del Golfo. La decisión de China de cesar las importaciones de GNL de EE. UU. durante más de diez semanas en respuesta a los aranceles crecientes subraya la complejidad de sus relaciones comerciales energéticas.
La fortaleza de las exportaciones de productos petroleros refinados de China sugiere una mayor utilización de la capacidad de refinación nacional para satisfacer la demanda mundial o una reorientación de los productos refinados hacia los mercados globales. El aumento significativo de las exportaciones de diésel es particularmente notable, lo que podría influir en los precios mundiales, dado el papel de China en los flujos comerciales de combustible. Por el contrario, la disminución de las importaciones de GNL indica presiones económicas subyacentes o cambios en la oferta energética interna, lo que podría afectar los precios mundiales del gas natural y las empresas energéticas que dependen de una mayor demanda.
El panorama energético global está siendo remodelado por estas dinámicas. El aumento de las exportaciones de productos refinados de China contribuye a satisfacer las necesidades de combustible de Asia, mientras que la caída de las importaciones de GNL señala una desaceleración en la actividad manufacturera china. Estos desarrollos subrayan la naturaleza cambiante del comercio energético mundial y las estrategias de China para garantizar la seguridad y la estabilidad de su suministro energético en un mercado internacional cada vez más complejo.