Una persona ha muerto en Moscú después de que los restos de un dron ucraniano derribado golpearan un bloque de apartamentos, provocando un incendio. El incidente ocurrió en el distrito de Ramenskoye en la madrugada del 10 de septiembre de 2024, dañando al menos dos edificios de gran altura y provocando respuestas de emergencia en toda la región.
Según el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobyov, los restos del dron causaron daños significativos, con informes que indican que cinco apartamentos fueron destruidos. El alcalde de la ciudad, Sergei Sobyanin, confirmó que se enviaron equipos de emergencia a múltiples ubicaciones, incluidas áreas cercanas a los principales aeropuertos, lo que resultó en la suspensión de más de 30 vuelos.
Los sistemas de defensa de Rusia supuestamente interceptaron más de 70 drones ucranianos durante la noche, con al menos 15 interceptados en y alrededor de Moscú. En un incidente relacionado, el gobernador Aleksander Bogomaz informó que se interceptaron 59 UAV en la región de Bryansk, que limita con Ucrania, describiendo el ataque como masivo pero sin víctimas.
Este evento se produce en medio de tensiones en curso, ya que Ucrania ha acelerado el desarrollo de sus capacidades de drones para atacar la infraestructura rusa. Mientras tanto, se emitieron alertas de ataque aéreo en Kiev, marcando otra escalada en el conflicto.