Descubierto el 27 de diciembre por el telescopio ATLAS en Chile, el asteroide 2024 YR4 ha despertado la preocupación de las agencias espaciales. Aunque inicialmente se detectó a más del doble de la distancia entre la Tierra y la Luna, este objeto, que se estima que tiene entre 40 y 100 metros de tamaño, presenta un riesgo potencial de impacto.
Después de un mes de observación, los datos de la NASA y la ESA convergen: la probabilidad de una colisión con la Tierra el 22 de diciembre de 2032 supera el 1%, con la NASA citando una probabilidad de 1 en 83 y la ESA una probabilidad de 1 en 88.
Clasificado como nivel 3 en la Escala de Torino, que evalúa el riesgo de impacto de los asteroides, 2024 YR4 significa que se necesita una estrecha vigilancia. La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) ha priorizado su estudio. Una reunión el 28 de enero, dirigida por la NASA e involucrando a expertos como Richard Moissl de la ESA y el astrofísico Patrick Michel, discutió los próximos pasos.
La trayectoria del asteroide sigue siendo incierta. Se necesitan más observaciones durante su próximo acercamiento a la Tierra en 2028. Si la probabilidad de impacto sigue siendo alta en ese momento, se podría considerar una misión de desviación o incluso una evacuación dirigida.