La Diócesis de Barcelona ha anunciado que el Real Monasterio de Santa María de Pedralbes permanecerá abierto al culto, a pesar de la partida de las tres últimas monjas clarisas que han residido allí durante siglos. Las monjas serán trasladadas a Viloví d'Onyar el sábado.
La decisión de mantener el culto en el monasterio se tomó después de una misa de despedida para las monjas, oficiada por el padre Alain Pitti. La noticia fue recibida con aplausos por los fieles, que temían que la partida de las monjas también significara el fin del culto en el lugar.
El monasterio, fundado por la reina Elisenda de Moncada en 1326, ha sido hogar de monjas clarisas desde su inauguración en 1327. La partida de las monjas marca el final de una era, pero la Diócesis de Barcelona ha asegurado al público que el edificio permanecerá en manos de la Iglesia, evitando que pase a formar parte del complejo museístico de la ciudad de Barcelona.
La Diócesis aún no ha podido asegurar el regreso de monjas al monasterio, aunque el padre Pitti ha declarado que la posibilidad de que otras monjas clarisas se establezcan en el futuro no está descartada.
El monasterio albergará una celebración pública el miércoles 12 de diciembre, para conmemorar la fiesta de Santa Eulalia, la antigua patrona de Barcelona. La celebración servirá como despedida a las monjas que se van.