En el corazón de Roma, un museo único atrae a turistas de todo el mundo. La cripta de los Capuchinos, adyacente a la iglesia barroca de Santa Maria della Concezione, es una fascinante mezcla de religión, espiritualidad, curiosidad y macabro. Sirve como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la belleza que se puede encontrar en la muerte.
El museo, un cementerio histórico y una cripta, está dedicado a los frailes capuchinos. Comprende ocho salas, cada una de las cuales muestra el estilo de vida sencillo y la dedicación a los pobres que definieron esta orden religiosa. El museo traza la historia de los Capuchinos desde el siglo XVI hasta la actualidad.
Al entrar, los visitantes son recibidos por la inscripción «Éramos como vosotros sois, y vosotros seréis como nosotros somos». Las cuatro salas del cementerio albergan los restos de aproximadamente 4.000 frailes que murieron en Roma entre los siglos XVI y XIX. Los huesos están dispuestos en intrincados patrones, formando guirnaldas, elementos decorativos e incluso pantallas de lámparas. Algunos esqueletos están vestidos con las túnicas de los frailes y colocados en nichos elaborados con huesos.
El diseño único de la cripta, con su estética macabra pero artística, es un testimonio de la época barroca. Sirve como un poderoso «memento mori», un recordatorio de la inevitabilidad de la muerte. El uso artístico de los restos humanos en la cripta es un testimonio de la creatividad y la resistencia del espíritu humano, incluso ante la mortalidad.
El museo está ubicado en la Via Vittorio Veneto, a poca distancia de la Piazza Barberini. Está abierto todos los días de 10:00 a. m. a 6:30 p. m. La entrada cuesta €10 para adultos y €6,50 para niños. El museo también incluye la iglesia adyacente, que vale la pena visitar.