Estudios recientes han destacado los posibles beneficios del ajo para la salud cardiovascular, especialmente en mujeres que experimentan cambios hormonales asociados con la menopausia. El ajo, un ingrediente común en la cocina mediterránea, es conocido por su sabor y aroma, pero sus posibles beneficios para la salud están ganando cada vez más atención.
Un estudio realizado por el Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong en China evaluó los efectos del ajo en los niveles de colesterol. El estudio encontró que el ajo fue más efectivo que un placebo para reducir el colesterol total en suero (CT) y los triglicéridos (TG). Los efectos fueron particularmente pronunciados en individuos que consumieron ajo durante un período más largo.
Los autores del estudio concluyeron que el ajo podría potencialmente reducir los niveles de colesterol total y triglicéridos, sugiriendo que la terapia con ajo podría ser beneficiosa para los pacientes con riesgo de enfermedad cardiovascular. Esto se alinea con los hallazgos de Medline Plus, que destaca el potencial del ajo para reducir la presión arterial alta, una preocupación común durante la menopausia, y reducir el endurecimiento de las arterias (arteriosclerosis).
La Dra. Adriana Garza, especialista en Medicina Funcional para la Autoinmunidad, enfatiza las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del ajo, atribuyendo sus beneficios a un compuesto que contiene azufre llamado alicina. La Dra. Garza destaca tres beneficios específicos del ajo para las mujeres:
Alivio del dolor menstrual: Las propiedades antibacterianas y antiinflamatorias naturales del ajo pueden ayudar a aliviar los síntomas como el dolor, la inflamación y el sangrado abundante durante la menstruación.
Reducción del riesgo de parto prematuro: Estudios del Instituto Noruego de Salud Pública sugieren que el ajo puede ayudar a prevenir infecciones durante el embarazo, potencialmente reduciendo el riesgo de parto prematuro.
Propiedades antienvejecimiento: El rico contenido antioxidante del ajo contribuye a sus efectos antienvejecimiento, promoviendo la salud general y el bienestar a lo largo de la vida.
El ajo se puede incorporar fácilmente a varios platos, complementando carnes, pescados, pastas y risottos. También se puede agregar a ensaladas o mezclar en salsas.