El uso excesivo de combustibles fósiles en las industrias de gas y petroquímica, junto con sistemas de transporte público obsoletos, es la principal causa de la contaminación en Irán, según expertos ambientales. Enfatizan la necesidad de una estrategia cohesiva para combatir la contaminación, que aún no ha sido presentada por el gobierno.
A partir de 2025, las naciones ricas se han comprometido a contribuir con 300 mil millones de dólares anuales a un fondo global destinado a apoyar a países en desarrollo como Irán en la lucha contra el cambio climático. Esta iniciativa sigue al Acuerdo de París de 2015, que busca limitar el calentamiento global a no más de 1.5 grados Celsius.
Los expertos advierten que los países en desarrollo, incluido Irán, son desproporcionadamente afectados por el cambio climático. Los últimos años han visto una falta de estrategias efectivas para abordar el calentamiento global, particularmente debido a conflictos en Europa y el Medio Oriente.
El fracaso en abordar el cambio climático podría llevar a consecuencias severas, incluyendo la disminución de recursos hídricos, escasez de alimentos, migraciones forzadas debido a sequías y la extinción de diversas especies de plantas y animales. Actualmente, el 75% de las tierras de Irán están clasificadas como áridas o semiáridas, lo que agrava estos desafíos.
Además, las Naciones Unidas han informado que la desertificación, las tormentas de polvo y la contaminación del aire amenazan la salud pública y la economía. Se ha propuesto una iniciativa nacional para plantar mil millones de árboles en Irán, enfatizando la importancia de seleccionar especies adecuadas para los climas locales y asegurar su mantenimiento hasta que maduren.
Para combatir el cambio climático, los expertos recomiendan optimizar los sistemas energéticos y transitar hacia fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica. Las campañas educativas y un cambio cultural hacia la protección de recursos naturales y la mejora de espacios verdes también son esenciales.