Una misión arqueológica egipcia ha desenterrado en Manqabad, Assiut, un edificio de ladrillo de barro que data de los siglos VI-VII d.C., revelando importantes murales coloreados. El descubrimiento, anunciado por el Consejo Supremo de Antigüedades (SCA), arroja nueva luz sobre el arte y la historia coptos.
La estructura de dos niveles, recubierta de mortero blanco, presenta murales con profunda simbología. Uno de los murales representa ojos repetitivos que rodean un rostro, simbolizando la visión espiritual interna, la sabiduría y la vigilancia. Otro mural retrata a un hombre sosteniendo a un niño, que se cree que es José el Carpintero con Jesucristo, flanqueado por discípulos y escrituras coptas. Este hallazgo podría proporcionar información valiosa sobre las primeras representaciones cristianas en la región.
La distribución del edificio incluye salas y habitaciones paralelas en el primer nivel, con una escalera descendente que conduce a un nivel inferior que contiene celdas y estancias. Los artefactos encontrados incluyen una lápida de un santo con inscripciones coptas, ánforas con letras coptas, un friso de piedra con decoraciones de animales y varios recipientes de cerámica. Estos hallazgos atestiguan la rica cultura y vida religiosa de los coptos en ese período.
Las excavaciones continúan para descubrir los secretos y la importancia del edificio. El área de antigüedades de Manqabad, identificada por primera vez en 1965, ha sido objeto de excavaciones intermitentes. Los esfuerzos actuales, liderados por arqueólogos egipcios, tienen como objetivo comprender completamente esta estructura de la era copta recientemente descubierta. Este descubrimiento es relevante para comprender la historia del cristianismo en Egipto y su legado cultural, que tiene profundas raíces en la región y está relacionado con la cultura bizantina.