El 17 de julio de 2025, los índices bursátiles de la India mostraron una ligera disminución, reflejando la cautela de los inversores ante las incertidumbres comerciales globales. El Nifty 50 y el BSE Sensex cayeron un 0,2%, influenciados por la incertidumbre sobre la duración del mandato del presidente de la Reserva Federal de EE. UU., Jerome Powell, tras declaraciones recientes que sugieren su posible destitución. Esta situación afectó al dólar estadounidense y a los rendimientos de los bonos del Tesoro, generando precaución entre los inversores que temen posibles impactos en la política monetaria y en los flujos de capital hacia mercados emergentes como la India.
El sector automotriz experimentó una caída del 0,8%, influenciado por preocupaciones sobre la entrada de Tesla al mercado indio. Mahindra & Mahindra y Tata Motors perdieron un 1% cada una, ya que analistas señalan que la posible reducción de aranceles o la producción local de Tesla podrían aumentar la competencia. Por otro lado, HDFC Bank limitó las pérdidas generales al registrar un aumento del 0,8% tras anunciar la consideración de emitir acciones adicionales.
En el ámbito de las ofertas públicas iniciales (OPI), la India se encamina hacia un año récord, con 6.700 millones de dólares recaudados hasta la fecha, superando los 5.400 millones de dólares del mismo período en 2024. Este impulso se debe a la reducción de tasas de interés por parte del Banco de la Reserva de la India, indicadores económicos internos mejorados y una recuperación en el índice Nifty 50, que ha subido un 7% en 2025. Aunque los inversores institucionales extranjeros han retirado 8.000 millones de dólares debido a preocupaciones sobre valoraciones, los inversores nacionales han aportado más de 42.000 millones de dólares, impulsados por recortes fiscales y tasas de interés favorables. OPI destacadas como HDB Financial Services y Hexaware han tenido un buen desempeño post-listing, aumentando la confianza de los inversores. Se anticipan próximas ofertas de LG’s Indian arm, Groww y Meesho. A pesar de algunas incertidumbres macroeconómicas, especialmente relacionadas con las relaciones comerciales con EE. UU., se espera que el mercado de OPI de la India mantenga su impulso en la segunda mitad del año.
En el mercado de divisas, la rupia india cayó a su nivel más bajo en más de dos semanas, superando la marca de 86 por dólar estadounidense, cerrando en 85,9850, una disminución del 0,2% respecto al viernes anterior. Esta depreciación fue impulsada por una fuerte demanda corporativa de dólares y salidas de capital relacionadas con el mercado de valores. Los índices bursátiles BSE Sensex y Nifty 50 también cayeron un 0,3%, reflejando tendencias similares en los mercados europeos y estadounidenses tras la amenaza del presidente Trump de imponer un arancel del 30% a los productos europeos. Aunque esta amenaza se percibe como una estrategia de negociación, ha alterado el sentimiento de los inversores a nivel mundial. La India, que aún no ha sido objetivo de los aranceles de EE. UU., planea continuar las negociaciones comerciales para abordar disputas sobre componentes automotrices, acero y productos agrícolas. Los analistas anticipan una apreciación limitada de la rupia, con una resistencia clave en el rango de 85,40-85,50. La atención ahora se centra en los datos de inflación al consumidor de la India, que se espera muestren una desaceleración significativa a un mínimo de seis años del 2,50% en junio, atribuida a precios de alimentos estables y una base comparativa alta.
En cuanto a las negociaciones comerciales, la India está buscando un acuerdo preliminar con EE. UU. para evitar un arancel del 26% que podría entrar en vigor el 1 de agosto. Dada la creciente relación estratégica entre ambas naciones, especialmente en defensa, tecnología y comercio, ambas partes están trabajando para identificar áreas de acuerdo que puedan formar parte de un acuerdo temprano. Los temas controvertidos incluyen la presión de EE. UU. para que India abra mercados sensibles políticamente, como los de granos y productos lácteos, lo que el gobierno indio es reacio a conceder debido a sensibilidades políticas internas. Es probable que un acuerdo reducido se centre en sectores no controvertidos como automóviles y algunos productos agrícolas menores. Mientras tanto, la administración Modi enfrenta críticas por supuestamente utilizar datos defectuosos para mejorar la imagen económica y social de la India. Ejemplos incluyen exagerar el rango económico global de la India y las estadísticas de desigualdad. El Banco Mundial ha confirmado reducciones de pobreza, pero señaló que más de 70 millones de indios aún viven en extrema pobreza. Los economistas debaten la fiabilidad de estas estadísticas, con implicaciones políticas tanto para la política interna como para el compromiso empresarial internacional.
En resumen, la economía india muestra signos de resiliencia en medio de incertidumbres comerciales globales y desafíos internos. La continua vigilancia de las políticas comerciales internacionales, las decisiones de inversión y las dinámicas del mercado de divisas serán esenciales para evaluar la trayectoria económica futura de la India.