El 22 de junio de 2025, los ingresos de la minería de Bitcoin se desplomaron a $34 millones, el nivel más bajo desde abril de 2025. Esta disminución está relacionada con la reducción de las tarifas de transacción y el estancamiento del precio de Bitcoin. El hashrate de la red, que mide la potencia de cálculo, disminuyó un 3,5% desde el 16 de junio, la mayor caída desde julio de 2024.
A pesar de estos desafíos, no se ha producido la capitulación de los mineros. Las salidas de las carteras de los mineros se mantienen estables, cayendo de 23.000 BTC diarios en febrero a unos 6.000 BTC actualmente. Los primeros mineros de Bitcoin solo han vendido 150 BTC en 2025, en comparación con casi 10.000 BTC en 2024. Las direcciones que poseen entre 100 y 1.000 BTC han añadido 4.000 BTC a sus reservas desde marzo, alcanzando niveles no vistos desde noviembre de 2024. Los mineros parecen estar conservando sus activos, posiblemente anticipando una recuperación del mercado. Este panorama, que genera inquietud en el mundo de las criptomonedas, es seguido de cerca por analistas y expertos en la región, especialmente en países como Argentina y Venezuela, donde el interés en Bitcoin y otras criptomonedas es significativo.