La dependencia emocional, un patrón en el que las personas sienten que no pueden vivir sin su pareja, incluso en relaciones dañinas, es más común de lo que se cree. La psicóloga Silvia Congost destaca el sufrimiento que esto puede causar y ofrece estrategias para la recuperación. En España, donde las relaciones familiares y sentimentales tienen una gran importancia cultural, comprender este problema es fundamental.
Reconocer las señales de una relación tóxica es el primer paso. Estas incluyen la falta de respeto, el comportamiento controlador, el aislamiento de seres queridos y el miedo al abandono. Congost insiste en la importancia de alejarse de la relación para evitar daños psicológicos. En España, donde la cultura del “aguantar” a veces prevalece, es crucial aprender a identificar estas señales y tomar decisiones saludables.
El enfoque de “0 contacto”, cortar toda comunicación con la expareja, es vital para la curación. Congost compara esto con la abstinencia de un alcohólico. Mantener el contacto dificulta la recuperación. Construir la autoestima también es clave, ya que la baja autoestima hace que las personas sean más vulnerables a la dependencia. Buscar ayuda profesional y la autorreflexión son esenciales para construir relaciones saludables. En España, existen numerosos recursos y profesionales que pueden brindar apoyo y orientación.
Liberarse de la dependencia emocional es un camino que requiere tiempo y esfuerzo, pero es un camino hacia la libertad y la posibilidad de construir relaciones sanas, basadas en el respeto mutuo y el apoyo.